En @principeverdiazul que es un perfil de instagram para el cual colaboro, una seguidora pedía un salvavidas pues estaba pasando un momento muy desafiante en su vida: dificultades en el trabajo, relaciones complejas con sus padres, soledad en pareja y ruptura en amistades. Esta es la respuesta que le compartimos. Esperando que también alguien que esté pasando por algo similar pueda tomar alguna línea y recordar que siempre sale el sol.
Aquí va:
Esta situación que estás pasando habla de una movida en todos los frentes: trabajo, familiar, filial y afectivo. Así que antes de una respuesta o un consejo, abrazarte desde aquí con empatía y esperanza.
Existen épocas en las que todo se nos desbarata de forma simultánea y sentimos que ya no hay salida. En esos momentos, es donde surge la necesidad de tener un lazo más grande que nosotros mismos para sostenernos y navegar esa tormenta.
Quisiera invitarte a una pregunta: ¿tienes un vínculo con tu espiritualidad? Si lo tienes, busca un espacio de silencio y pídele a esa Energía Superior que te sostenga y que te de la claridad y la fuerza para pedir ayuda, recomponer tu relación con tus padres, e ir abordando los otros flancos, uno a la vez.
No pretendas una solución mágica porque no la hay. Sino tienes una relación espiritual, te sugiero que comiences a nutrirla. Y no buscando en una iglesia o en un gurú, sino explorando en ti, de qué formas te sientes conectada con la vida, contigo misma y con los demás, y apuéstale a eso como forma de relación.
La espiritualidad nos ayuda a recordar que somos parte de un Todo Mayor, que estas tormentas que atravesamos nos pulen, nos afirman, nos enseñan y sobre todo nos confrontan para crecer.
En lo operativo, te sugiero que te ocupes del día a día, de ordenar ese caos a través de pequeñas acciones como alimentarte bien, descansar, dejar un rato las redes sociales, hacer una caminata al aire libre, llamar a tus amigas y pedirles apoyo, llamara a tus padres y pedirles perdón o perdonarlos tu.
Lava los platos y quédate presente contigo, come y quédate presente contigo, todo eso que compone tu día, hazlo con presencia, con atención y esa presencia y atención irán dándole forma a ese aparente caos, que no es otra cosa que la manifestación de una incomodad interna que seguramente te llevará a estar mejor, si decides atravesarla con consciencia.